Vivimos en una época de imbecilidad educativa (o en todos los ámbitos)

Llega junio y, con «la caló», el final de curso en todos los centros educativos. En los colegios, prisas, clases que se cortan para atender la urgencia que toca y estreses varios. Profesores y familias preocupados, ocupados y nerviosos, pero no por lo que debería atañernos. Hay alumnos que cambian de etapa y promocionan a secundaria con las dificultades que eso entraña, otros cambian simplemente de curso o ciclo pero, todos ellos, se enfrentan al hecho de tener por delante una temporada estival excesivamente larga, de casi tres meses, necesarios para el descanso pero mal distribuidos (esto da para otra entrada), tras la cual regresan a las aulas con el cerebro prácticamente formateado. La preocupación y ocupación, ahora, por parte de maestros y familias, debería ser la de dar el último empujón, acabar temarios, pues en la mayoría de cursos están por acabar en más de una asignatura, y repasar lo que se ha trabajado durante todo el año. Cosa que no es así. Ahora mismo, la máxima prioridad no es que los alumnos acaben el año afianzando lo que han aprendido, sino que salga bien el festival de fin de curso y, en el caso de los alumnos de sexto, la ceremonia de entrega de orlas.

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Quedan tres semanas por delante con horario reducido, como toca en junio y septiembre. Al hecho de contar con pocas horas para terminar lo que queda y dar un somero repaso a los contenidos que se han enseñado, se suma la circunstancia de tener que ceder horas que no sobran para que los chavales hagan algo tan importante como ensayar dos bailes y dos canciones, hecho que además me causa una profunda perplejidad, pues bien podrían incluirse estos contenidos, el cante y el baile, en la asignatura de música y educación física y trabajarlos durante el último trimestre, en lugar de tener que ceder horas de matemáticas, lengua o ciencias para que los ensayos puedan llegar a buen puerto en el tiempo justo. Cosa que además a ningún profesor de otras asignaturas se nos ocurre ni hacemos: pedirles a los especialistas de otras materias que nos presten horas porque no nos da tiempo a acabar algún que otro temario, fruto no de una mala programación, sino del exceso de salidas, talleres, excursiones, charlas, exhibiciones, viajes de fin de curso y jornadas culturales que, sumadas todas ellas, ocupan casi un mes de un calendario escolar que nos empeñamos en dedicar a cualquier otra cosa que nos propongan y que siempre es más importante que el trabajo que nos toca, que es enseñar los contenidos que tienen que adquirir.

Luego vemos con preocupación los resultados de PISA, el nivel de lectorescritura, criticamos los defectos del sistema educativo y de los profesionales que lo intentan llevar a cabo, pero la realidad es que a los padres lo que más les preocupa ahora mismo y desde hace unas semanas que deberían servir para afianzar contenidos y habilidades, es el sitio que su hij@s ocupan en el baile del festival de fin de curso que van a hacer, para que se le vea bien y tengan un recuerdo imborrable grabado con el iPhone 7 para toda su vida. Que luego sepan divir y aproximar decimales, o tener noción de que un señor llamado Franco nos gobernó dictatorialmente durante casi 40 años, tampoco parece que hoy en día sea tan importante. Lo importante es disfrazarse, bailar y cantar. Y hacer de cada acto el más grande espectáculo del mundo.

56 comentarios en “Vivimos en una época de imbecilidad educativa (o en todos los ámbitos)

    • Yo diría que desafortunadamente no hay más gente que piensa así.

      Organizar festivales de autobombo para que algunos maestros puedan alimentar su orgullo es vergonzoso. Debería estar prohibido por ley organizar estas cosas en horario lectivo.

      Por cierto, en mi caso, nos enseñaron a bailar en clase de educación física y a cantar en clase de música. Todo esto durante sus horas normales de clase. El festival salió bien y los resultados en las asignaturas principales fueron buenos. Todo esto en un colegio e instituto público andaluz.

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  1. Dicen que los profesores están en el siglo XXI porque hacen estas ponencias aunque no dan el temario y los padres en el XIX porque nos quejamos de que se pierden muchas semanas en actividades chorras y no se hace nada en el mes de junio.
    No entiendo que es para ti estar en el siglo XXI, pero cuando veo a profesores que les cuesta enviar correos electrónicos coherentes, con faltas de ortografía garrafales (y eso que el propio correo tiene corrector ortográfico). No me parece que haya llegado el siglo XXI a la educación, más bien cuando veo que la mayoría usan libros de texto y libretas, etc y la informática para ellos es escribir algo en el Word, veo que no ha avanzado nada en 40 años, sólo ha cambiado una cosa, mucho viaje de fin de curso, muchos carnavales, fallas y fiestas y el temario sin dar.
    Cuando veo además que hoy en día saben los niños, y eso que los mios son de los que mejor notas obtienen, menos que lo que sabíamos a la misma edad hace 40 años me pongo enfermo.
    Cuando veo además que dicen que en Julio y septiembre están trabajando porque están preparando temario, cuando están repitiendo lo mismo año tras año también me parece una tomadura de pelo.
    Sólo hay unos pocos que se lo toman en serio y trabajan por cambiar, en vez de libros de texto tienen su blog, donde cuelgan temario, clases, dudas, etcétera y así los padres podemos hacer un seguimiento de sus avances, pero éstos son, por desgracia, muy raros.

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    • Con una argumentación tan simple te retratas tú sólo como un producto de este sistema educativo precario.
      Argumento Ad Hominem que probablemente hayas aprendido durante tu larga experiencia escribiendo en foros.

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  2. Por lo que dices parece que seamos los padres los interesados en este tipo de festivales. Como padre, decir que al menos en mi caso eso no es así, y no estoy de acuerdo con la importancia que le dan.

    Y estoy con Javier, estoy muy decepcionado con el colectivo de profesores, creo que hay pocos que se involucren realmente en la mejora del sistema educativo, y sólo se mueven cuando les tocan los privilegios laborales. Poca formación veo yo, posterior a haber conseguido la plaza de profesor funcionario. A corte de ejemplo, soy informático y partidario del software libre, y creo que, por sentido común, los profesores también deberían apoyarlo. Lo cierto es que cuando les hablo de ello parece que lo hago en chino. No hacen esfuerzo alguno excepto loables excepciones.

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  3. Soy hijo de una profesora con 9 lustros de docencia a sus espaldas. Y ya próxima a su jubilación cada vez estaba menos conforme con el rumbo que iba tomando la docencia.

    Me cuenta que cuando empezó, tenía que convencer a los padres para que llevaran a sus hijos a la escuela, muchas veces negociando dejarles salir antes para recoger el ganado o ir a por agua… porque necesitaban esa fuerza de trabajo. Y todos hacían un esfuerzo para que esos niños asistieran a la escuela y aprendieran.
    Y mi madre reflexiona: si yo por aquel entonces, les digo a los padres que dejen asistir a los niños, para luego ponerme a celebrar el Halloween, o el carnaval, o el cumple de quien toque… me mandarían a paseo.

    En otro orden de cosas: los niños de hoy van a tener que competir en un mundo global con otros niños que han crecido en un ambiente de exigencia, esfuerzo y desafío intelectual, y me refiero especialmente a la cultura del esfuerzo del sudeste asiático, quienes encabezan las encuestas PISA (fulgurante entrada de Vietnam a las primeras posiciones de la lista).

    Resumiendo: una cosa es presentar los contenidos de una forma amable y significativa, y otra es hacer el payaso y perder el tiempo con naderías. Buena parte del horario lectivo se dedica esto último, para satisfacción general de profesores, padres y alumnos.

    Como sociedad, es una decisión. Cada pueblo tiene lo que se merece.

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  4. Es impresionante… vivo en Venezuela y veo lo mismo aqui, toda la primaria repitiendo todos los años lo mismo, llegan a secundaria y no recuerdan lo que estuvieron repitiendo durante 5 o 6 años. Eso si, para la fiesta, el baile y los eventos religiosos que mucho tiempo quitan y en mi opinion poco aportan… todo el tiempo que sea necesario, incluyendo el de otras materias…

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  5. La hegemonía cultural de Occidente ha durado medio milenio. Actualmente Europa se encuentra en un proceso de franca decadencia, proceso, probablemente, irreversible. Otras culturas nos van a barrer del escenario histórico.

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  6. Que mania con llamarlos profesores, son maestros, y este tipo de conductas suelen estar motivadas por la direccion para ganarse el beneplacito de los padres. Tener tambien en cuenta, que la mayoria de maestros, tiene una nula motivacion, ya que acabaron estudiando magisterio, en su 3ª o 4ª opcion despues de selectividad, y viendo lo que se enseña en la carrera y como se enseña, pues no da mucha confianza. Por otro lado, el cachondeo de que un maestro en educacion musical o de educacion fisica, acabe ocupando la plaza de otro de educacion primaria, dando materias como matematicas o geografia, pues empeora las cosas.

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  7. Pues esos festivales ya se hacian en españa hace 30 años, asi que no entiendo de que te sorprendes. Las salidas, talleres o excursiones son actividades que suelen programar los departamentos, asi que no se de que te quejas. Hablas como si fuese todo nuevo y nada lo es. Y si desde mediados de septiembre hasta junio no has conseguido aplicar tu programacion en el aula es que algo no haces bien. El problema no está en las actividades si no en la degradacion constante del sistema educativo publico por parte de los distintos gobiernos que hemos tenido y en como los contenidos de ciertas materias han ido menguando (solo coge un libro de sociales de 8 de egb y comparalo con uno de 2 de eso). A esto hay que sumarle niños csnsados por exceso ee actividaded escolares a los que son forzados por sus papas y mamas y maestros que han ¿estudiado? esa inutilidad llamada magisterio (si, es para inutiles. Yo la empecé y al año cambié porque yo queria ir a la universidad no volver al colegio, )

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    • Creo que a lo que se refiere es que cada vez se dedica más tiempo o a tareas extracurriculares en comparación con el tiempo lectivo y es frustrante que esto siga en aumento.

      Te digo lo mismo que a Javier. Atacar a la persona cómo forma de argumento es simplista, destructivo y no aporta nada a un debate.

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      • Al menos hay gente que entiende lo que lee. Esto no es un ataque a otras materias, sino un ataque a que a muchas padres lo que más les preocupa es que a su hijo le salga bien el baile, le compren el traje, esté bien colocado… Aunque luego sea un vago y un maleducado.

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  8. Si de septiembre a junio no os da tiempo a dar el temario de un libro de primaria, aun quitando un mes de actividades y otro de Navidad, Semana Santa, etc… creo que el problema no son los bailes.
    Hablas como si no supieses a principio de curso que estas actividades iban a acontecer y no los hubieses previsto.
    A lo mejor alguien no se ha organizado bien y, como es tradicional en España, la culpa es de los demás.

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    • Si lees bien, verás que no he afirmado que el problema sean los bailes.

      No, no lo sabía, porque de esas actividades se ha informado a final de curso. Ergo la culpa de la mala planificación es del centro.

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  9. Lo que no entiendo es por qué no estudias tus oposiciones y apruebas y así puedes opinar del sistema educativo desde dentro y dejarte de tanto comentario fácil, populista .y simplón. Revisa un poco mas las leyes de educación, la LOMCE, sus objetivos, estrategias de aprendizaje, etc.

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  10. Todo está en el temario. Hay que acabar el temario como sea. Y luego después del verano, pues empezamos de cero, porque como lo único que han hecho es empacharse de temario y aprenderlo de memoria sin entender nada, pues se les ha olvidado todo. Y como dice pensador, el problema es que nos faltan dos días para poder terminarlo todo cuando hemos tenido 9 meses.

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    • Sin entender nada, lo dices tú. No es así, te lo estás inventando. Hemos tenido 9 meses salteados de 500 actividades complementarias, que las cosas hay que contarlas como son.

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  11. Me tiro al barro y me pongo a contestar como docente que soy a tan intolerable artículo, hecho desde el rencor, la cobardía y la mala hostia.

    Si un maestro o profesor se agobia no es más que por no llegar a tener el temario o por la cantidad de papeleo que hay que abordar a final de curso. No hay más. Las pajas mentales que se haga un interino resentido para él.

    Veo que la planificación de las áreas le ha fallado estrepitosamente. ¿Acaso no programa? ¿Acaso espera a finales de junio para dar el temario, que es cuando debe repasarse todo lo dado durante el curso? ¿O es que, querido interino, aún no ha aprobado la oposición por no saber hacer sus tareas antes de junio?

    «Luego vemos con preocupación los resultados de PISA, el nivel de lectorescritura, criticamos los defectos del sistema educativo y de los profesionales que lo intentan llevar a cabo».
    Para enmarcar. No sólo no ha programado correctamente, sino que encima se permite el lujo de criticar a quien lo haya hecho y pueda tener tiempo para actividades varias.

    Me parece TAN GRAVE que pueda pensarse un ser superior por denunciar públicamente y en anonimato estas cosas, que me parece que quien no debería formar parte del Sistema Educativo es usted. Me parece bochornoso que critique a sus compañeros, a los alumnos que tanto quiere, y a sus padres porque puedan tener un iPhone 7, como si a usted le preguntaran por qué lleva el móvil que lleva. Me parece asqueroso que realice una entrada de este calibre y haga referencias a los informes PISA, que creo que bien sabe, están politizados a más no poder, puesto que no tienen en cuenta muchísimos factores, como la situación personal y de localización del centro en sí.

    Le falta mucho para ser maestro. Y cuando digo mucho es una eternidad. Porque educar no es solo enseñar matemáticas o lengua, está usted despreciando la labor de los profesionales de la enseñanza.

    Estudie, será un buen profesor de teoría pero nada en la práctica. Será quien imparta conocimientos y no dé ni una clase de la vida. Teorizará lo que quiera pero no le dará vivencias a sus alumnos.

    Y sobre todo sacará tiempo para escribir esta sarta de mentiras y chorradas varias, y en lugar de estar programando y preparando partes teórico-prácticas a partes iguales, dedicará su tiempo a que salga en portada de Menéame.

    Igual se siente hasta orgulloso. Una lástima para sus alumnos.

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    • Soy maestro, no interino. Empiezas mal argumentando así. Entre un fijo y yo no hay ninguna diferencia. Ninguna. Hacemos el mismo trabajo e incluso puede que yo haya sacado más nota que el funcionario. En mi centro soy de las personas que mejor lleva el temario, así que no es problema mío, sino del centro. Todo lo demás te lo inventas para justificar un prejucio desacertado.

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      • Eres maestro INTERINO. Entre un fijo y tú hay más de una diferencia que no me voy a poner a señalar, pero empieza por una fase que tú no has cumplido.

        Das pena porque le echas la culpa a todo el mundo menos a ti, cuando seguramente seas el que más se está equivocando.

        No hay prejuicio desacertado. Hay un interino que se cree más listo que el sistema y el conjunto de profesorado. Solo hay que ver el nivel de bilis que destilas cuando respondes a algo que no te gusta.

        Eres idiota.

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  12. No sé en qué cole trabajas . En el mio desde luego no estamos preparando bailes. Seguimos dando clases. Nuestra fiesta es para los niños, no para los padres. De todas formas, con tu actitud espero siempre sigas siendo interino.

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    • Gracias «compañera». Por la boca muere el pez. Si no sabes en qué centro trabajo, no sé por qué opinas sobre lo que no conoces. Un placer tener compañeros como tú que separan entre interinos y funcionarios, cuando todos somos maestros.

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  13. Por la experiencia del instituto en el que trabajo, creo que el problema no está tanto en las fiestas, bailes y demás actividades extraescolares, como en lo mal distribuidas que están a lo largo del curso: la mayoría de ellas se concentra en el tercer trimestre, que a menudo suele ser el más corto y desde luego el más apremiante. Me parece bien que haya extraescolares, pero hay que planificarlas muy bien para que realmente sean educativas y contribuyan a la consolidación de los contenidos del currículo.

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  14. En primaria hay una hora a la semana de música. En muchos coles ni llega a la hora. Es inadmisible obligar a organizar los festivales etc en esta asignatura. Como tú, también tenemos un currículum que cumplir. Y si a ti no te gusta que te obliguen, a los demás tampoco. En vez de tirar piedras a tus compañeros de trabajo de otras materias estaría bien que nos mostraras un artículo un poco más sesudo y que aporte buenas iniciativas para solucionar este problema, en vez de quejas. Y que sepas que a lo mejor, y digo a lo mejor con bastante ironía, a través de la música sí se contribuye a desarrollar competencias y a hacer más listos a nuestros niños, menos mal que no hay muchos que piensen como tú.

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    • En la asignatura de música se están cogiendo horas para enseñar la actuación de la orla, que no es ni festival, ni actividad complementaria. A partir de aquí, revisa lo que piensas y explícame por qué, si los padres quieren hacer una megaceremonia de orla, el centro tiene que estar a su servicio sin concesiones.

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  15. ¡Eso es, maestro! Más matemáticas, más lengua, más ciencias naturales, sociales e idiomas… y vamos a dejarnos de chorradas, como la música. la educación física, la plástica y otras hierbas relacionadas con los festivales, fiestas y demás. Y dejarnos de competencias clave y esas gilip… y dedicarnos a lo que debemos: dar contenidos, tareas, transmitir conocimientos. ¿Que ya lo hace google? Bueno, pues lo prohibo en mis clases. Prohibo de paso wikipedia y que me entreguen los trabajos a ordenador. ¡Ahí, que sufran las manos, como las hemos sufrido tod@s!

    Ver para creer… solo te deseo que te replantees todo lo escrito antes de sacar la plaza. Por tu bien, el del alumnado y el de toda la sociedad.

    Un saludo esperanzado.

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    • Yo solo espero que mejores la comprensión lectora, porque en ningún momento he afirmado lo que replicas. Mi alumnado le preguntó a la jefa de estudios si me podía ir con ellos al instituto. Hay cosas que teniendo una plaza no se consiguen y esa es una de ellas. No le des tanto valor a la plaza, que tiene un componente de suerte nada despreciable, ni te creas mejor que un interino, recuerda que ambos somos docentes y que nada de lo que aprendas para una oposición te da las herramientas que te van a servir en un aula.

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      • Antes de dejar mi mensaje, me leí no solo el post, sino muchas de tus respuestas, en las que se destila el «dejémonos de chorradas» (esta no es literal tuya, es mía)… Todo lo que no sea «esfuerzo, tolerar la frustración…» parece no tener valor. Son imbecilidades, como dices en el título del post ¿son estas palabras tuyas? Yo creo que sí.
        Por supuesto que hay interinos que valen mil veces más que personas con la plaza. Gente mucho más currante, en algunos casos, con más inquietudes, más innovadores… No siempre, pero sí muchas veces. Igual que ocurre con la gente que es funcionaria definitiva. Quiero decir: hay buenos y malos profes en ambas situaciones. Y coincido contigo: las oposiciones son una lotería, y no se valora en absoluto si uno es buen o mal profe.
        Mi comentario iba solamente porque si te sacas la plaza y las cosas siguen siendo como son en este país (esperemos que no, y te lo dice un funcionario definitivo), será algo para toda la vida. Y no me gustaría que mis hijas se encontraran con alguien con esas ideas acerca de «imbecilidades», y demás. Ni mis hijas, ni las hijas de nadie. Son muchos años, y muchos los alumnos y alumnas que pasarán por tí.

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      • Dime de qué presumes… Háztelo mirar. Lo de estar todo el día hablando de la plaza. Se llama complejo de inferioridad.

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      • En la vida todo lo que tiene valor conlleva un esfuerzo. Para conseguir un buen trabajo necesitas esfuerzo, para tener una pareja necesitas esfuerzo, para formar una familia y educar a tus hijos necesitas esfuerzo, para que te salga bien el baile de fin de curso, también te tienes que esforzar, un mínimo, pero te tienes que esforzar. Palabra desterrada de la educación y la sociedad actual, que pretende que las cosas seas primero divertidas y luego ya veremos. La música y la educación física también conllevan esfuerzo, estar en forma conlleva esfuerzo, aprender a tocar una canción conlleva esfuerzo… Y en ningún momento he afirmado que sean asignaturas chorras o imbéciles. Hablo de un momento puntual que nos hace perder el culo a maestros y profesores y padres, mientras los críos se dedican a ver lo que hacemos y cómo sus padres se pelean entre ellos. Cualquier actividad montada desde el «lo hacemos nosostros y lo disfrutan ellos» no le veo ningún sentido, pues entiendo que la educación es que ellos hagan, no que nosotros les hagamos.

        Saludos.

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      • jajajajajajaja!!!! Esta sí que es buena!!!! Cuando nos quedamos sin argumentos, recurrimos al insulto. He aclarado perfectamente lo que pienso sobre interinos y demás. No soy yo quien titula a todo este blog «DIARIO DE UN INTERINO». Ahí, remarcando lo de interino, por encima de lo de profe… (yo no pienso así, ya lo he aclarado). Eres un portento, muchacho. Además de excelente profe, eres un estupendo psicólogo. La has clavao. Nada más que hablar contigo.

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      • Carlitos eres muy pesado. Lo de interino no es por mi situación administrativa. Te lo explicaría pero tú no vas a entender nada que no esté en el currísculum.

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  16. Hablando de ad hominem:
    1) «a los padres lo que más les preocupa ahora mismo y desde hace unas semanas que deberían servir para afianzar contenidos y habilidades, es el sitio que su hij@s ocupan en el baile del festival de fin de curso que van a hacer, para que se le vea bien y tengan un recuerdo imborrable grabado con el iPhone 7 para toda su vida.»
    2) «Ahora mismo, la máxima prioridad no es que los alumnos acaben el año afianzando lo que han aprendido, sino que salga bien el festival de fin de curso y, en el caso de los alumnos de sexto, la ceremonia de entrega de orlas.»

    La educación es un ámbito tan grande que no requiere solo de aprender conocimientos, y menos con los avances tecnológicos que tenemos hoy en día en el que podemos decir sin temor a equivocarnos que el conocimiento está a un click. ¿Cuál pienso como madre de un alumno de sexto de primaria que es la labor de un maestro, aparte de hacer bonitos festivales? Que, en la medida de sus posibilidades, enseñe a mi hijo a relacionarse con sus iguales, para lo que resultan muy útiles los festivales, los bailes, las salidas, las convivencias… porque en un ambiente distendido y lúdico es más fácil establecer vínculos significativos cara a cara. Además quiero, en la medida de sus posibilidades, que le enseñe a relacionar contenidos, a poder, aunque solo sea un poquito, aplicar y/o observar lo que aprende en su vida cotidiana, esto le enseñará a entender lo que lee, a adquirir capacidad crítica, y mejorará el informe PISA, si es que eso tiene alguna importancia. Por último, quiero que le enseñe a respetar, desde el respeto que mi hijo merece, que respete el trabajo y los conocimientos de los demás, que le demuestre con sus hechos que los seres humanos somos seres falibles, que un poco de humildad para reconocer los errores propios y un poco de generosidad juzgando a los demás.

    Un saludo, de la madre de un niño que va a hacer una estupenda graduación de 6º, porque le quiere enseñar que la vida son dos días…

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  17. Falacia ad hominem es cuando se ataca a alguien en vez de argumentar, cosa que no he hecho.

    Tú deberías enseñarle esas cosas a tu hijo. Si en sexto de primaria no las ha aprendido, no has bien tu trabajo de madre. La vida son dos días, sin formación, sin esfuerzo, sin dedicación y sin resistencia a la frustración, se hacen muy largos.

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    • Entiendo que a los padres nos preocupa el sitio que va ocupar nuestro hijo en la chupi-fiesta es un argumento fruto de una investigación etnográfica extensiva en todos los colegios, aunque tenga la apariencia de insulto gratuito. Le pido perdón por no haber entendido su «argumentación», y lo hago extensivo al hecho de que la chupi-fiesta sea la prioridad de los colegios en este momento. Vuelvo a malinterpretar sus argumentaciones. Pero no me eche la culpa a mí, es la costumbre que tengo de leer argumentaciones basadas en hechos demostrables y no en opiniones, seguramente tuve algún mal profesor, o un mal padre, o una mala madre.
      Por otra parte, el celebrar fiestas, no sé en su pueblo, en el mío no es incompatible con cumplir rigurosamente con nuestras responsabilidades morales, laborales, parentales. Y, por último, y ya que veo que es usted un buen telépata, decirle que a un maestro lo que se le pide es que ayude a los papás y a las mamás a educar y sobre todo a saber expresarse de tal forma que no lleguen a confundir argumentación con opinión.
      Por último, ahí le dejo mi aportación, maestro. «En todas las parcelas de la vida es importante poder distinguir entre opiniones y argumentos. Las opiniones son simplemente afirmaciones o declaraciones sin apoyo, a menudo indicativas de los sentimientos de uno o de conclusiones irreflexivas. Los argumentos tienen un flujo estructurado, parten de unas premisas y llegan a unas conclusiones que pueden inferirse de ellas»

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  18. Amigo Sancho, con la Iglesia hemos topado. Estoy de acuerdo con lo publicado, y el que se molesta, ajos come.
    Comparto lo que expones y lo digo desde el lado del padre que soy y de maestro que ejerzo (mal o bien, eso dependerá de quién lo opine y alabo su opinión).
    No entiendo los ataques a este artículo, aunque «excusatio non petita, accusatio manifesta».

    Saludos y suerte en esta profesión muy pocas veces reconocido, incluso por quienes la ejercemos.

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  19. Estaba de acuerdo, hasta que he leído semejante barbaridad sobre eso de preparar los festivales en música y educación física… en música contamos con una sesión semanal (semanal! ), y no nos pasamos el día cantando y bailando como a lo mejor crees. Podríamos colaborar con una canción/instrumentación, pero la amplitud de contenidos del currículum no deja muchos márgenes, así que por favor, fórmate e infórmate antes de demostrar tanta ignorancia. Las artes, así en general, y la educación física, deberían ser el pilar en todas las escuelas de infantil y primaria, pues son la base del aprendizaje, promotoras del desarrollo de las capacidades intelectuales. Da igual cuánta matemática y ciencia trabajes si las bases no son sólidas. Que no me extraña la pérdida de influencia de nuestro colectivo de maestros, si hablamos con tanta ligereza y falta de formación.

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    • Estoy totalmente de acuerdo. El problema es cuando se usa la asignatura de música para realizar una actividad que han decidido los padres, como parte de una ceremonia de entrega de orlas absurdamente grandilocuente. Lo cual se mezcla con el fin de curso y festival, haciendo del ambiente de trabajo un estrés sin sentido.

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  20. Perdonad, pero no he leído muchas respuestas de padres. Como madre que va por el segundo año de colegio de su hijo, en serio, ESTOY HASTA LOS COJONES de tanta chorrada. Lo de la orla imitando a los americanos, me enteré el otro día, y me pareció surrealista. Nos estamos volviendo gilipollas del todo. Lo único que quiero es que mi hijo aprenda. Que hay modos divertidos de aprender? sí, pero veo la diferencia entre cuando yo era pequeña y lo que hay ahora, y me llevo las manos a la cabeza con tanta tontería, tanto whatsapp, tanto cumpleaños celebrados todos en parque de bolas…esto parece una MAFIA. Y en medio de todo, los niños.

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  21. Claro, como siempre es culpa da los padres. No sé qué tendrán que ver los padres con que el profe de música le pida horas al de matemáticas, pero vamos, está clarísimo que es culpa de los padres.

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  22. Defiendo este tipo de actividades por varios y contundentes motivos que por desgracia con el curriculum que tenemos que llevar a cabo no podemos hacerlo como quisiéramos a lo largo del año.
    1) Es una de las mejores formas de trabajar en equipo tanto a nivel de alumnado como a nivel de profesorado.
    2) Realizar actividad física, trabajar la coordinación, deben respetar unas normas y salen de la aburrida rutina que llevan debido a la cantidad de asignaturas que aumenta año tras año y son las que no dejan afianzar los contenidos verdaderamente importante
    3) Fomenta el compañerismo, las familias han de trabajar de forma conjunta para elaborar el disfraz que llevarán y esa colaboración y esa puesta en común que hace que la comunidad educativa trabaje de forma tan unida no se ve a lo largo del año.
    Si que es verdad que las familias se preocupan más, como dice el artículo, en criticar el atuendo o la zona en la que se coloca a su hijo que en lo verdaderamente importante. La formación de buenas personas, constantes y que logren valorar el esfuerzo y no los resultados.
    Soy Directora de un centro público y aunque tengo la suerte de contar con familias extraordinarias implicadas en la formación de sus hijos, me encuentro a diario mamis en la puerta haciendo críticas absurdas de cosas que no le atañen.
    Los maestros somos un colectivo muy importante y como profesionales queremos lo mejor para los más pequeños, nos vemos obligados a dar temarios de forma acelerada consiguiendo cantidad y no calidad pero estoy a favor de este tipo de eventos pues para eso hay una programación anual en la que se programan las actividades y junio es un mes para este tipo de cosas, para trabajar cosas verdaderamente importantes como es mostrar a los padres un baile que a los niños les hace muchísima ilusión mostrar a sus familias.
    Respetemos más a los maestros y valoremos más su profesión pues son verdaderos héroes en este siglo XXI en los que se entremezclan varias leyes educativas obsoletas y excesivamente novedosas con la que los recursos materiales no nos acompañan.
    Trabajemos más en equipo y dejemos de criticar. Comprometamos por mejorar y dejemos de menospreciar.
    Adoro ser maestra por esa sonrisa que cada mañana te brindan los alumnos. Alumnos de los que los alumnos tenemos mucho que aprender pues son ellos lo que realmente saben valorar lo verdaderamente importante.
    Seamos más niños y dejemos trabajar a los profesionales de la educación, colaboremos por el único fin de conseguir grandes personas y de esa forma estaremos por encima de Informes Pisa y chorradas varias.
    Es un placer ser maestra y una valentía en estos tiempos que corren en el que todos piensan que es fácil educar y es la labor más complicada que jamás haya existido pero la más agradecida por nuestros pequeños gigsntes

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    • Gracias por tu opinión. No estoy en contra de estas actividades. Lo que estoy es en contra de que los maestros nos sobrecarguemos a nosotros mismo de una manera brutal el último mes de curso y se nos junte, un viaje de fin de curso, reuniones con el instituto para la transición de sexto a primero de la ESO, notas, evaluaciones, informes… Con un festival, una ceremonia de orla, quema de hoguera, juegos de agua, ginkana por la ciudad… También tenemos vida más allá del trabajo y un cuerpo que tiene un límite. Yo defiendo la racionalidad de horarios, la carga justa de deberes y el disfrute del tiempo libre. Pero también lo defiendo para mí. Si al final el trabajo me obliga a echar horas y más horas por las tardes y a no poder disfrutar de mi familia, hacer deporte o, simplemente descansar, algo no estamos haciendo bien.

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  23. Si en todo el curso no te ha dado tiempo a dar la materia que debías dar, te aconsejo que el curso que viene te organices mejor y tengas en cuenta que hay esas fiestas al final del curso. Puedes aprovechar el verano para actualizarte y aprender algo más de pedagogía.

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    • Pues soy de los que mejor lleva el temario. Así que soy de los que mejor se organiza. En todo caso, si son muchos los que llegan sin dar muchos temas, es un problema del centro, no de los profes, que satura con demasiadas actividades.

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  24. Pingback: Vivimos en una época de imbecilidad educativa (o en todos los ámbitos) | AMPA CEIP Maestro Joaquín Cantero

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