El día de la mujer trabajadora, el día de la mujer científica, el día contra la violencia de género, el día del libro, el día del árbol, el día de la batucada, el día de San Patricio, Halloween, la semana cultural, el día del deporte, los villancicos para los padres, que venga Papá Noel, que vengan los Reyes Magos, la prenochevieja (no es broma), la fiesta del agua, el día de la bici, el día del baloncesto, el cross infantil, viaje a la nieve, las tres excursiones anuales y además el viaje de fin de curso o la visita a la Granja Escuela… Y no es que esté en contra de ofertar otras actividades al alumnado, pero… ¿todo, hay que celebrarlo todo?
A veces pienso que los profesores tenemos complejo de dedicarnos a los que nos tenemos que dedicar, que es a enseñar. Somos enseñantes y queremos hacer todo lo que ya no hacen los padres, a los que además no podemos sustituir.
Me he dejado en el tintero el día de la educación sexual, prevención de drogodependencias, uso de internet, uso de pantallas, el día de la higiene bucal, la fiesta de la primavera, el día de la revisión de podología (tampoco es broma), la graduación de sexto, la graduación de infantil (que no es una etapa obligatoria)…
Diario de un interino 