Así no se puede

De esta forma terminó el breve intercambio dialéctico entre mi jefa de estudios y yo, después de repetirme, por enésima vez, que no como no estoy en el grupo de «wasap» del centro, a mí me tienen que decir las cosas. Efectivamente, estoy de acuerdo, así no se puede. No se puede exigir que los trabajadores usen su «wasap» y teléfono personales para trabajar. No se puede trabajar de forma paralela al correo corporativo que tenemos y debemos usar. No se pueden organizar claustros, ni jornadas, ni nada, por «wasap». No se pueden mandar mensajes fuera del horario laboral, ni los fines de semana, o festivos. No es una herramienta de trabajo, ni es un número que nos haya proporcionado Conselleria d’Educació, junto con un teléfono para usarlo en horario laboral. Mi número de teléfono y mi «wasap» no son herramientas de trabajo, del mismo modo que mi coche no sirve para llevar a los críos a su casa.

En los centros educativos tenemos formas de comunicarnos, como el correo corporativo y formas de organizarnos. Usar el wasap es un capricho de ciertos equipos directivos y nunca una obligación de los docentes, por muy cómodo que sea. Y mucho menos hay que enviar mensajes relacionados con nuestro trabajo, fuera del horario lectivo y en festivos o fines de semana. A ver cuándo empezamos a entender esto y a reclamar que no se nos meta en un grupo de «wasap» del trabajo. Si quieren que en el trabajo y para el trabajo use el móvil, que me den uno que pueda apagar cuando termine de trabajar. El mío personal no es para trabajar, ni para estar disponible para mi empresa, cuando se le ocurra contactar conmigo, cuando además ya hay otras herramientas y en un colegio muy poquitas cosas son urgentes.

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